Trabajar en el campo, pros y contras

Autor: Júlia Ribas Rodriguez
Fecha de publicación: 18 mayo, 2020

Cuando se les pregunta a muchas personas cuál es su visión de futuro, o donde se ven dentro de muchos años, hay una buena parte de ellos que responden que en una casita en el campo, rodeados de animales y naturaleza. Se ha convertido ese retiro en algo así como un descanso idílico, eso sí, después de haber trabajado y vivido durante toda la vida en la ciudad. Ese cambio de aires parece que solo vale la pena cuando ya estemos más mayores, aunque podríamos hacerlo en cualquier momento. Vivir en el campo tienes muchas ventajas, como una mejor salud por estar al aire libre, una mayor actividad, menos estrés y ansiedad… Pero claro, también está el tema de trabajar en el campo, en cualquier trabajo agrícola o ganadero.

Esto ya es otra cosa, porque son muy pocos los que se deciden por ese tipo de trabajo, ya que suele ser muy pesado, exigente y cansado. Se pueden hacer un millón de cosas en el campo, desde arar hasta recoger la fruta, pasando por el cuidado de los animales. En realidad, si tenemos una pequeña granja, o una plantación, hemos de saber un poco de todo sobre el cuidado de lo que estamos plantando, para conseguir que los cultivos crezcan fuertes. Si simplemente estamos trabajando para alguien que posee esa plantación, tendremos que demostrar profesionalidad y estar preparados para un trabajo bastante duro, a veces de sol a sol, y no muy bien remunerado. Entonces, ¿por qué íbamos a decidirnos por ese tipo de trabajo? Aquí  razones a favor y en contra del trabajo en el campo.

¿Hay que estudiar para trabajar en el campo?

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En el campo se pueden realizar multitud de trabajos diferentes, algunos más duros y otros algo más relajados. La mayoría de ellos, eso sí, requieren una preparación más física que mental, así que los estudios no serán demasiado necesarios para el trabajo en el campo. De hecho, muchas plantaciones son llevadas por personas que han aprendido el oficio junto a sus padres, algo que les viene de familia. Hay que saber muchas cosas para trabajar en el campo, pero pocas de ellas se aprenden en los libros. Aun así, hay determinados estudios que nos pueden ayudar, como el de perito agrícola, o el de gestión de superficies agroganaderas. En estos cursos no se aprende tanto a cuidar de animales o de cultivos como a llevar una buena economía dentro de esa plantación, algo que también será indispensable para el éxito de la misma.

 

Pros de trabajar en el campo

El trabajo en el campo tiene sus pros y sus contras, pero nosotros vamos a empezar por las ventajas. Suponiendo que estamos trabajando como simples peones en cualquier plantación, el trabajo al aire libre suele ser muy beneficioso. También es cierto que podemos trabajar durante varios días y luego descansar entre cosechas, así que viene bastante bien para no acumular mucho trabajo. No es un trabajo especialmente complicado de realizar, aunque sí que es duro, como comprobaremos más tarde. Cualquier persona puede aprender a hacerlo, de hecho, de una manera eficaz en apenas algunas días, estando preparado para poder dedicarse a eso por un tiempo, o incluso por toda la vida, si las fuerzas le duran.

Es un trabajo que, como se suele decir, curte bastante. Es decir, nos ayuda a estar más fuertes, tanto física como mentalmente. Podemos estar haciéndolo de manera casi automática mientras hablamos o escuchamos música, así que puede ser también algo más entretenido que esos trabajos de oficina agobiantes en los que apenas podemos levantarnos de nuestra silla. Trabajar rodeado de naturaleza suele ser también algo bastante positivo para las personas que realizan este tipo de trabajos, porque el entorno relajante les ayuda a estar mejor. Además, al ser un trabajo duro, mucho son lo quieren realizar y siempre hay puestos libres, para todos aquellos que estén dispuestos a ganarse el sustento con el sudor de su frente.

 

Contras de trabajar en el campo

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Pero no todo es tan bueno como parece al principio, y si el trabajo de campo no está tan bien visto por la mayoría es porque resulta extremadamente duro a nivel físico. Esto hace que pueda ser llevado a cabo por cualquiera, porque hay que resistir no solo el cansancio, sino muchas veces la propia inclemencia climática. Los trabajadores del campo deben estar en sus puestos con mucho calor, y también con mucho frío, incluso con lluvia. Aunque se intenta proteger al máximo a los trabajadores para evitar accidentes laborales innecesarios, lo cierto es que se necesitan manos fuertes y mucho aguante para poder trabajar en estas condiciones. Eso es lo primero que hace que muchos no tengan interés en trabajar en el campo.

Es además un trabajo no muy bien pagado para todo el esfuerzo que requiere, algo que desde luego supone un abuso por parte de muchos terratenientes, que pagan mal a sus peones por cada día de trabajo, llevándose ellos casi todo el beneficio. Las jornadas suelen ser bastante largas, así que es habitual sobrepasar las ocho e incluso las diez horas al día en el campo. Así mismo, el trabajo depende muchísimo de la cosecha de ese año. Si ha habido plagas, muchas o pocas lluvias, o simplemente la cosecha no ha crecido bien, no se necesitaran temporeros y nos quedaremos sin trabajo. El tener que estar de aquí para allí buscando peonadas es también otro típico problema de aquellos que trabajan en el campo.

 

¿Qué trabajos se hacen en el campo?

Lo más usual es que si no tenemos preparación, entremos directamente como peones, recolectando y recogiendo la cosecha, que puede ser de muchos tipos de cultivos. Si somos tractoristas, por ejemplo, podremos arar el terreno y cuidarlo de una manera más profesional. También están los que se dedican simplemente a cultivar frutas y verduras, cuidándolas con esmero durante todo el tiempo que dura su crecimiento. En realidad, hay mucha variedad de trabajos dentro del campo, pero los que usualmente son llevados a cabo por aquellos que no poseen las tierras son los de cultivo y recogida, que por supuesto, son los más duros de todos.